sábado, mayo 20, 2006

de pronto...




Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

De "Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada" Poema 10, Pablo Neruda.

1 Comments:

Blogger Ana Soria said...

Sabias letras conjugadas de Neruda... el amor y desamor en un fila... vaya que en las tarde de lluvias, llegan, llega.

Pasaba por aquí desde Andrómeda...

6:37 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home